John B. Watson
El conductismo se desarrolló a
comienzos del siglo XX; su figura más destacada fue el psicólogo estadounidense
John B. Watson. En aquel entonces, la tendencia dominante en la psicología era
el estudio de los fenómenos psíquicos internos mediante la introspección,
método muy subjetivo. Watson no negaba la existencia de los fenómenos psíquicos
internos, pero insistía en que tales experiencias no podían ser objeto de
estudio científico porque no eran observables. Este enfoque estaba muy influido
por las investigaciones pioneras de los fisiólogos rusos Iván Pávlov y Vladimir
M. Bekhterev sobre el condicionamiento animal.
Watson propuso hacer científico el
estudio de la psicología empleando sólo procedimientos objetivos tales como
experimentos de laboratorio diseñados para establecer resultados
estadísticamente válidos. El enfoque conductista le llevó a formular una teoría
psicológica en términos de estímulo-respuesta. Según esta teoría, todas las
formas complejas de comportamiento —las emociones, los hábitos, e incluso el
pensamiento y el lenguaje— se analizan como cadenas de respuestas simples
musculares o glandulares que pueden ser observadas y medidas. Watson sostenía
que las reacciones emocionales eran aprendidas del mismo modo que otras
cualesquiera.
Prescindiendo del hecho de que los demasiados
pequeños progresos llevados a cabo con dicho método por la psicología ponían en
duda su capacidad efectiva de avance cognoscitivo, Watson consideraba no
científica la introspección por dos motivos fundamentales:
Por el hecho de que el observador se identificaba con lo observado (esto significa, por ejemplo, que desde el mismo momento en que el observador empezaba a observar la conciencia cambiaba por definición su objeto de observación, ya que éste incluía la conciencia de estar observando.
- Por el hecho de que la observación introspectiva era realizada por una persona que hablaba de cosas que los demás no podían ver directamente (los datos introspectivos son privados, en contraposición a los datos públicos de las ciencias naturales). El carácter privado de los datos introspectivos era criticado no sólo por una cuestión de principio, sino también por una cuestión de hecho: a través de este método, se llegaba a descripciones completamente discordantes o insatisfactorias.
La teoría watsoniana del
estímulo-respuesta supuso un gran incremento de la actividad investigadora
sobre el aprendizaje en animales y en seres humanos, sobre todo en el periodo
que va desde la infancia a la edad adulta temprana.
A partir de 1920, el conductismo fue
el paradigma de la psicología académica, sobre todo en Estados Unidos. Hacia
1950 el nuevo
movimiento conductista había generado
numerosos datos sobre el aprendizaje que condujo a los nuevos psicólogos
experimentales estadounidenses como Edward C. Tolman, Clark L. Hull, y B. F.
Skinner a formular sus propias teorías sobre el aprendizaje y el comportamiento
basadas en experimentos de laboratorio en vez de observaciones introspectivas.